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domingo, 29 de junio de 2025

Romería de La Redondela 2025: Tradición, Fe y Mar en la Costa de Huelva

La Redondela, una pequeña localidad costera de Huelva, celebra este fin de semana una de las romerías más singulares y emotivas de Andalucía: la Romería en honor a Nuestra Señora de la Esperanza. Este año, la cita es especialmente significativa, ya que coincide con el LX Aniversario de la romería y el Año Jubilar de la Esperanza, lo que incrementa la emoción y la participación de vecinos y visitantes.


La romería de La Redondela se distingue por su escenario: un coto de pinares junto al mar, donde la devoción y el paisaje se funden de manera única. La procesión de la patrona, Nuestra Señora de la Esperanza, es el acto central. La imagen parte de la parroquia de Nuestra Señora de los Doce Apóstoles y, tras recorrer unos cuatro kilómetros, llega hasta la misma orilla del Atlántico. Allí, la carreta con la Virgen se introduce en el agua, en un momento de gran simbolismo y belleza, recordando a los trabajadores del mar y a quienes han fallecido a lo largo de la historia

El domingo, la jornada culmina con la misa de romeros y el emotivo camino de regreso, cerrando un fin de semana de hermandad y tradición.



La Romería de La Redondela es mucho más que una procesión: es una manifestación de la identidad local y un punto de reencuentro para quienes, por motivos laborales o personales, residen fuera del municipio. Es habitual ver a familias enteras, ataviadas con los trajes típicos, mezcladas con bañistas sorprendidos por la comitiva en la playa, en una estampa que solo se vive aquí.



lunes, 23 de junio de 2025

Alma de marisma: la luz de la ermita del Rocío

La aldea de El Rocío despierta cada mañana envuelta en silencio, solo interrumpido por el rumor de las marismas y el canto lejano de algún ave. La ermita, blanca y luminosa bajo el cielo de Doñana, es el corazón tranquilo de este paisaje. No hay bullicio de romeros ni repique de campanas: solo la calma y la presencia constante de la Virgen, la Blanca Paloma, que observa desde su altar.


En la explanada, algunos visitantes pasean despacio, admirando la arquitectura sencilla y elegante del santuario. Hacen fotos, se sientan en los bancos de piedra, respiran el aire limpio y dejan que el tiempo pase sin prisa. Dentro, la luz tamizada por las vidrieras baña el retablo dorado y la imagen de la Virgen, que parece flotar en su camarín, rodeada de flores frescas y velas encendidas por promesas y agradecimientos.

A lo largo del día, llegan familias de Almonte, parejas jóvenes, algún grupo de turistas. Muchos se acercan en silencio, otros rezan en voz baja o simplemente se quedan mirando, como hipnotizados por la paz que transmite el lugar. Un niño se arrodilla y le susurra a la Virgen un secreto; una mujer mayor deja una carta doblada en el altar. Afuera, un ciclista se detiene, se quita el casco y entra un instante, solo para mirar.

El personal de la ermita cuida cada detalle: reponen las flores, limpian discretamente, encienden nuevas velas. El ambiente es de respeto y recogimiento, pero también de vida cotidiana. La ermita es refugio y testigo de miles de historias personales, de momentos de alegría y de consuelo.




No hace falta esperar a la romería ni sumarse a la multitud para ver a la Virgen del Rocío. Su presencia serena acompaña cada día a quienes la buscan en la quietud, en la luz suave de la mañana o en la penumbra dorada de la tarde. Basta con acercarse en cualquier momento del año para sentir esa calma y dejarse envolver por la espiritualidad sencilla que habita en El Rocío.

Al caer la tarde, la luz cambia y la fachada se tiñe de tonos dorados. Algunos caballos pasan al trote por la arena, levantando polvo que baila en el aire. Los últimos visitantes se despiden con una mirada atrás, como si no quisieran marcharse del todo.

En El Rocío, la ermita es mucho más que un templo: es un lugar donde el tiempo parece detenerse, donde la fe y la tranquilidad conviven cada día, sin necesidad de grandes celebraciones. Aquí, la Virgen del Rocío espera, serena, a quien quiera acercarse, en cualquier momento del año.




lunes, 9 de junio de 2025

Exposición: El misterio de las ciudades

La John Holland Gallery de Lepe se convierte, hasta el 28 de junio, en el epicentro del arte contemporáneo con la exposición colectiva "El Misterio de las Ciudades". Esta muestra invita al visitante a recorrer, a través del arte, las atmósferas y secretos de algunas de las ciudades más emblemáticas de Europa, desde Berlín hasta Lisboa, con paradas en Cracovia, París, Londres, Roma y Madrid



La exposición propone un viaje sensorial y emocional por urbes que, más allá de su geografía, encierran historias, enigmas y una identidad única. Cada obra expuesta es una ventana a la esencia de una ciudad, interpretada desde la perspectiva de artistas contemporáneos que exploran el misterio urbano a través de diferentes estilos y técnicas


"El Misterio de las Ciudades" no solo es una exposición de pintura; es una invitación a reflexionar sobre la identidad urbana, la memoria colectiva y la capacidad del arte para capturar lo intangible. El visitante se enfrenta a paisajes urbanos que, entre luces y sombras, sugieren historias no contadas y evocan la atmósfera única de cada metrópoli



La muestra, que puede visitarse hasta el 28 de junio, consolida a la John Holland Gallery como un referente cultural en la región, capaz de atraer tanto a expertos como a público general interesado en descubrir el arte contemporáneo en un entorno local

domingo, 18 de mayo de 2025

Villablanca celebra su Romería con la emotiva ofrenda floral y la ancestral Danza de los Palos

La Romería de la Virgen de la Blanca en Villablanca, celebrada este año del 16 al 18 de mayo, ha vuelto a ser el gran acontecimiento religioso y social del municipio, reuniendo a vecinos, devotos y visitantes en torno a su patrona. Entre los actos más destacados se encuentran la tradicional ofrenda de flores y la ancestral Danza de los Palos, dos pilares de la identidad local.



La ofrenda floral es uno de los momentos más emotivos de la romería. Vecinos, hermandades y devotos acuden a la ermita para entregar flores a la Virgen de la Blanca, en un ambiente de devoción, colorido y alegría. Este gesto colectivo simboliza el agradecimiento y las peticiones de la comunidad, acompañado de música, cantos y muestras de cariño hacia la patrona. La ofrenda suele celebrarse el sábado y congrega a numerosos fieles, reafirmando la profunda devoción de Villablanca por su Virgen.


Junto a la ofrenda, la Danza de los Palos es la manifestación cultural más representativa de la romería. Se trata de una danza ritual pastoril, documentada desde el siglo XVI y ejecutada tradicionalmente solo por hombres, que bailan con palos y arcos adornados con cintas de colores. La danza se interpreta ante la imagen de la Virgen de la Blanca y forma parte fundamental tanto de la romería como del reconocido Festival Internacional de Danzas de Villablanca.


El grupo de danzantes, liderados por un “manigero”, realiza nueve mudanzas o cambios, cada uno con su significado y simbolismo. Destacan el primer cambio, que representa el encuentro entre pastores, y otro en el que los palos se entrecruzan para formar un arco bajo el que antiguamente pasaban los Marqueses de Ayamonte. Esta danza, inscrita en el catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz, ha resistido prohibiciones históricas y se mantiene viva gracias al compromiso de las familias locales y la comunidad.

La romería y la Danza de los Palos, junto a la ofrenda floral, constituyen el corazón de las fiestas de Villablanca, expresando la unión entre tradición, fe y cultura popular. La celebración atrae a emigrantes que regresan al pueblo y a marineros de Isla Cristina, que desde el mar pueden ver la ermita de la Virgen. Así, Villablanca reafirma cada año su identidad y su legado, manteniendo vivas unas tradiciones que son orgullo de toda la provincia de Huelva



domingo, 11 de mayo de 2025

El Camino de la Virgen: La Romería de la Bella 2025

El aire de mayo en Lepe huele a jara y a promesa cumplida. Desde días antes, el pueblo entero se viste de gala, y el bullicio se siente en cada rincón: los balcones lucen mantones, las calles se llenan de farolillos y las carretas esperan, engalanadas, la señal de partida. Es la Romería de la Virgen de la Bella, la cita más esperada del año, y en 2025 la emoción es más intensa que nunca.


La tarde del viernes 9 de mayo, la Espadaña del Templo Parroquial se convierte en un río de flores. Hermandades, asociaciones y vecinos desfilan para ofrecer ramos a la Virgen, mientras los cantes y el repique de campanas anuncian que la fiesta ha comenzado. La noche es larga: la ofrenda floral se prolonga hasta pasada la medianoche, y el pueblo vive una velada de emociones compartidas, entre risas, abrazos y promesas susurradas a la patrona.

El sábado 10 de mayo llega el momento más esperado. A las seis de la tarde, la puerta del templo se abre y la Virgen de la Bella, radiante, inicia su recorrido hacia el Cabezo de la Bella. Miles de devotos la acompañan por la calle Caños, entre vítores, palmas y lágrimas de emoción. El sol va cayendo y el cortejo avanza, envuelto en un manto de fe y alegría. Ya de madrugada, la Virgen entra triunfal en su ermita. Allí, la vigilia se prolonga: la Subasta del Pendón y la Vela Popular mantienen despierto al pueblo, que vela a su Virgen entre rezos y cantes.

El domingo 11, la ermita se llena de romeros para la Santa Misa, cantada por el coro de la Hermandad y acompañada por el sonido inconfundible de los tamborileros. El ambiente es festivo, pero también de recogimiento: cada familia, cada grupo de amigos, vive la romería a su manera, compartiendo comida, música y recuerdos bajo la mirada de la Virgen. Por la tarde, otra misa congrega a los fieles antes de que la noche vuelva a envolver el recinto romero.


El lunes 12 de mayo, la devoción no decae. La vela continúa durante la madrugada y, al mediodía, una nueva misa reúne a quienes apuran las últimas horas en el Cabezo. Al caer la tarde, la Virgen de la Bella inicia su regreso a Lepe. El camino de vuelta es un río de emociones: a su llegada a la Cruz Primera, el pueblo reza la Salve, y la entrada en el templo parroquial marca el final de la romería, dejando en el aire la promesa de volver a empezar el año siguiente.

Así se vive la Romería de la Virgen de la Bella en mayo de 2025: entre flores y promesas, entre lágrimas y alegría, Lepe se convierte en un lugar donde la fe y la tradición se dan la mano, y donde cada romero, al volver a casa, lleva en el corazón la certeza de haber vivido algo único.

lunes, 28 de abril de 2025

La Joya de Tartesos: Huelva reivindica su legado milenario con una exposición única

 La ciudad de Huelva se convierte en epicentro internacional de la cultura tartésica con la inauguración de la exposición “La Joya, vida y eternidad en Tarteso”, una muestra sin precedentes que reúne más de 200 piezas originales procedentes de la necrópolis de La Joya, el yacimiento tartésico más emblemático del sur peninsular.

Un viaje a los orígenes de Tarteso

La exposición, que podrá visitarse en el Museo de Huelva hasta el 12 de enero de 2026, es la mayor organizada hasta la fecha sobre Tarteso y su mundo funerario. Más del 80% de las piezas expuestas son inéditas, nunca antes mostradas al público, lo que convierte a la muestra en un acontecimiento histórico para la arqueología y la divulgación cultural.


Entre los tesoros exhibidos destacan la extraordinaria arqueta de marfil de la tumba 17 y la recreación a escala real del carro tartésico, símbolo de poder y prestigio de las élites de la época. Esta tumba, descubierta en los años 70, es considerada la más “principesca” de la necrópolis y se presenta en la exposición tal y como fue hallada, permitiendo al visitante adentrarse en el ritual funerario y las creencias sobre la vida y la eternidad de los tartesios.


Un recorrido inmersivo y didáctico

La muestra se divide en dos grandes bloques temáticos. El primero explora los rituales funerarios y el proceso de depósito de ajuares en las tumbas, mientras que el segundo se centra en la tumba 17 y su espectacular ajuar, acompañado por la recreación del carro y piezas originales, muchas de ellas restauradas para la ocasión



“La Joya, vida y eternidad en Tarteso” es mucho más que una exposición: es una declaración de identidad y un puente entre pasado y presente. Una oportunidad única para descubrir, en el corazón de Huelva, los secretos de una civilización fascinante y universal

lunes, 31 de marzo de 2025

Fresas sin fin

En un pequeño pueblo, había un huerto mágico donde las fresas crecían sin cesar. La dueña, Sofía, creía que era el amor y el cuidado lo que hacía que el huerto fuera tan prolífico. Un día, un joven llamado Leo se unió a ella y juntos descubrieron que cada fresa que se recogía era reemplazada por otra.

Sofía le dijo a Leo que el secreto estaba en la alegría que las fresas traían a la gente. Cada sonrisa y cada momento de felicidad eran como semillas que hacían que el huerto siguiera produciendo fresas sin fin.

Leo, intrigado por el fenómeno, decidió investigar más a fondo. Observó cómo las personas que visitaban el huerto se iban con sonrisas en sus rostros, compartiendo las fresas con sus seres queridos.

Un día, notó algo extraordinario: cada vez que alguien compartía una fresa, una nueva flor brotaba en el huerto. Comprendió entonces que no solo era la alegría de comer las fresas, sino el acto de compartirlas lo que mantenía el ciclo infinito

El Jardín de las Fresas se convirtió en un símbolo de generosidad y comunidad. La gente aprendió que compartir la felicidad, por pequeña que sea, puede crear un ciclo interminable de alegría y abundancia.

Y así, las fresas siguieron creciendo sin fin, recordando a todos que la verdadera magia está en compartir lo que nos hace felices.