El espigón de La Antilla en Huelva es una infraestructura costera relativamente nueva que busca mitigar la erosión que afecta a esta emblemática playa del municipio de Lepe, en la provincia de Huelva. Esta playa, que se originó como un pequeño asentamiento pesquero y hoy es un destino turístico consolidado, ha sufrido una continua pérdida de arena, especialmente agravada por los temporales recientes. Para frenar este deterioro y proteger el litoral, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico junto con la Dirección General de Costa y el Mar, ejecutaron la construcción de este espigón.
El espigón de unos 160 metros se sitúa en el extremo de levante de la playa y tiene como objetivo principal evitar las recurrentes pérdidas de arena que afectan la costa. Esta obra forma parte de un proyecto que además incluye la aportación de arena para regenerar la playa y proteger la franja costera. La inversión y planificación responden a la urgencia por preservar esta zona que es vital para el municipio y para el sector turístico local.
Sin embargo, esta nueva construcción no está exenta de controversias y preocupaciones. Desde un punto de vista técnico, el espigón puede alterar las corrientes marinas y cambiar el fondo submarino, creando zonas de corrientes peligrosas para los bañistas. Además, las piedras que forman el espigón representan un posible riesgo para quienes disfrutan del mar, por lo que se ha insistido en la necesidad de que los usuarios de la playa sean conscientes de estas nuevas condiciones para garantizar su seguridad.
El espigón de La Antilla simboliza tanto un reto como una oportunidad para conservar uno de los espacios naturales más apreciados de Huelva, buscando un equilibrio entre la protección ambiental y el disfrute responsable de la playa por parte de todos.

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