La antigua capital de la Isla, de casas encaladas y bello aire colonial, se encuentra a unos 20 minutos de Costa Teguise.Este pueblecito es uno de los más bonitos de la isla y de los que más me gustó.
Te sorprenderá conocer que su nombre se debe a la hija de un rey guanche.
Puedes pasear por las callejuelas que conforman su centro histórico.
Entre sus monumentos destaca la iglesia de San Miguel, de estilo gótico y edificada en el siglo XV, y el palacio de Spinola, construido en el siglo XVIII por el mercader Vicente Spinola, de inspiración renacentista y que alberga el Museo del Timple.
También puedes dirigirte a los conventos de Santo Domingo, del siglo XVIII, y al de San Francisco, que data del siglo XVI.
El palacio Herrera y Roja, el Ayuntamiento y la Casa Perdomo son otros edificios emblemáticos.
También hay estatuas muy curiosas como esta diablillo, dedicada al músico Juan Crisóstomo Arriaga.
Aprovecha la visita para subir al castillo de Santa Bárbara y visitar el Museo de la Piratería que alberga en su interior.
Las vistas desde allí son sorprendentes, incluso se avista a lo lejos ,la Isla de la Graciosa