jueves, 11 de febrero de 2016

El Castillo de Arévalo

La historia de Arévalo está intimamente unida  a los años de infancia y juventud de Isabel de Trastámara, más conocida como Isabel La Católica, la futura reina de Castilla.
En Arévalo residió la joven princesa Isabel y allí volvió en repetidas ocasiones para visitar a su hermano, el Infante Don Alfonso y a su madre, Doña Isabel de Portugal, quien permaneció en Arévalo hasta el final de sus días.

En 1469 El Rey Enrique IV cedió la villa a Álvaro de Zúñiga, nombrándole Duque de Arévalo, algo a lo que se opuso Isabel.Tal fue su apego por esta tierra que en 1480 consiguió recuperar su señorío.
Edificado a mediados del Siglo XV, la fortificación se levantó sobre los restos de la puerta del recinto amurallado de la villa de Arévalo.

Su importancia arquitectónica reside en su avanzado diseño, modelo de transición entre los castillos medievales y las fortalezas defensivas de siglos posteriores.

Se trata posiblemente de la primera estructura de Castilla de estilo mudéjar, reconocible por su planta rectangular irregular, similar a una punta de flecha o baluarte.
Destacan las impresionantes troneras rasantes de las almenas y la gran cantidad de huecos en las paredes para la defensa.
Durante las excavaciones realizadas durante el Siglo XX en los terrenos añexos al edificio se documentó la existencia de importantes hallazgos arqueológicos como un baluarte, una barrera artillera y un antiguo foso.

Este castillo lo podeis visitar sábados, domingos y festivos en horario de 10 a 18 h.La entrada general es de 3 euros y la reducida de 1,5 euros.


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