Bremen, al norte de Alemania, es una ciudad que parece salida de un cuento de hadas. Su casco antiguo, atravesado por calles adoquinadas y rodeado de edificios históricos, invita a perderse entre leyendas, arte y rincones únicos. Aquí tienes una guía imprescindible para descubrir lo mejor de Bremen en una visita inolvidable.
Bremer Marktplatz: El corazón vibrante de la ciudad
La Plaza del Mercado (Marktplatz) es el epicentro de Bremen y uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes de Alemania. Aquí se alzan auténticos tesoros declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como el majestuoso Ayuntamiento (Rathaus) y la emblemática estatua de Rolando, símbolo de la libertad de la ciudad desde la Edad Media. Las coloridas fachadas y la animación constante hacen de esta plaza el mejor punto de partida para explorar Bremen.
El Ayuntamiento y la bodega Ratskeller
El Ayuntamiento de Bremen, construido entre 1405 y 1410, destaca por su fachada tardo-renacentista y su riqueza en detalles escultóricos. Se puede visitar su interior con una visita guiada(sólo en alemán o inglés), que incluye la famosa Cámara Dorada, una gran variedad de maquetas de barcos y la histórica bodega Ratskeller, donde se almacenan más de 650 referencias de vino alemán, incluido uno embotellado en 1727.
La Catedral de San Pedro y el misterio de las momias
A un paso de la Marktplatz se alza la imponente Catedral de San Pedro (St. Petri Dom), con sus dos torres gemelas de casi 100 metros de altura. Su interior es gratuito y alberga dos criptas, un claustro y la curiosa escultura dedicada al Apóstol Santiago, ya que Bremen es parte del Camino de Santiago. Pero lo más insólito es el Bleikeller, la cripta donde descansan ocho momias naturales, un misterio que intriga a visitantes y científicos por igual. Subir a la torre ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Los músicos de Bremen: el cuento hecho escultura
No puedes irte sin fotografiar la estatua de los Músicos de Bremen, inspirada en el famoso cuento de los hermanos Grimm. El burro, el perro, el gato y el gallo esperan a los viajeros junto al Ayuntamiento. La tradición dice que tocar las patas delanteras del burro trae buena suerte y cumple deseos secretos.
Böttcherstrasse: arte, arquitectura y campanas musicales
Esta estrecha calle conecta la Marktplatz con el río Weser y es una joya arquitectónica del art déco. Sus casas de ladrillo rojo albergan museos, galerías y la famosa Haus des Glockenspiels, con 30 campanas de porcelana que suenan cada hora entre las 12 y las 18, acompañadas de paneles giratorios que muestran figuras de marineros y aviadores. Un espectáculo sonoro y visual que no te puedes perder.
Molino de Bremen y el parque Wallanlagen
A pocos pasos del centro, el Mühle am Wall es un molino de viento de 1888 rodeado de jardines y un lago, perfecto para una pausa fotográfica o un café con vistas. Es el único molino que se conserva de los seis que había en las antiguas murallas de Bremen.
El barrio de Schnoor: un viaje al pasado medieval
Schnoor es el barrio más pintoresco y antiguo de Bremen, con casas estrechas y coloridas del siglo XV y XVI. Sus callejuelas invitan a perderse entre tiendas de artesanía, galerías y cafeterías con encanto. Es el lugar ideal para sentir la atmósfera medieval de la ciudad.
Otros imprescindibles:
-Bürgerpark: el gran pulmón verde de Bremen, ideal para pasear o relajarse.
-Universum Bremen: centro interactivo de ciencia, perfecto si viajas con niños.
-La estatua de los cerdos en Bremen es una de las esculturas urbanas más queridas y emblemáticas de la ciudad, ubicada en la calle Sögestraße, cuyo nombre significa precisamente “calle de los cerdos”
-Paseo por el río Weser: disfruta de las vistas y la animación de los muelles.
Bremen es mucho más que una parada entre Hamburgo y Hannover: es una ciudad donde la historia, la leyenda y la cultura se entrelazan en cada rincón. Desde la magia de los cuentos hasta la solemnidad de sus monumentos, Bremen te encantará.