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viernes, 9 de enero de 2015

El Toboso

Uno de los lugares más evocadores del Quijote es el Toboso, un lugar con rostro de mujer, pues en él habitaba la hermosa Dulcinea..

Dulcinea, también conocida como Aldonza Lorenzo, "era una joven virtuosa, emperatriz de la Mancha, de sin par y sin igual belleza" .

En el Capit I del Quijote nos dice Cervantes que" en un lugar cerca del suyo, había una moza labradora de muy buen parecer, de quien en un tiempo anduvo enamorado . Llamábase Aldonza Lorenzo, y a éste le pareció bien darle el título de señora de sus pensamientos"..
No se sabe a ciencia cierta si existió en realidad, pero se cree que debió ser Ana María Martínez  Zarco de Morales..
En la localidad del Toboso encontrareis su casa Museo..

Un caserón manchego del siglo XVI, con las dependencias de labor en la planta baja..

Un molino

Un huerto trasero


Y varios dormitorios en la planta alta


Se conserva su estructura original y nos da un idea de cómo se vivía en la época..
Cuando leí el Quijote siempre me imaginé a Dulcinea como una labradora pobre y de pocos recursos y al ver la casa, veo que tuvo que ser de una familia pudiente de El Toboso..¿Curioso verdad?

lunes, 5 de enero de 2015

La Casa de Medrano o la prisión de Cervantes

"En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme.."..así empieza Cervantes su magistral obra, pero lo que no sabeis es que ese lugar existe en la realidad  y se llama "Argamasilla del Alba".
Allí en una pequeña prisión conocida hoy como Casa de Medrano concibió Cervantes su Don Quijote...

 
En aquel tenebroso encierro, en aquel angustiado cofre de cal y cantó concibió la fecunda mente de Cervantes la idea vastísima, triste alguna, regocijada casi siempre del caballero de la Triste Figura..
Se dice que se inspiró en Rodrigo Pacheco un personaje demente del pueblo para crear a su Quijote ..

No se conocen los motivos de la estancia y prisión de Cervantes en Argamasilla, pero hay dos versiones.La tradición popular sostiene que Cervantes habría venido a Argamasilla en su condición de recaudador de alcabalas y habría sido preso por motivos fiscales.Pero hay también quien insiste en un lío de faldas, posiblemente con Doña Magdalena de Pacheco.
Sea cual sea la razón en aquel sótano incómodo engendró las rocambolescas aventuras de Alonso Quijano.
Afortunadamente este sótano se ha conservado intacto y hoy es posible conocer en que ambiente se gestó su obra..
Vamos a bajar a verlo..

Las estancias son muy pequeñas, propias de una cárcel

Vereis su cama y sobre todo su mesa y su silla para escribir

Hay unas escaleras que conducen a un segundo nivel que serviría de despensa o almacen de aceite y agua

La verdad es que impacta..Nunca me lo había imaginado así..

También teneis una Galería con pinturas de Gregorio Prieto sobre el ingenioso hidalgo y dos ediciones del Quijote de Manuel Rivadeneyra


martes, 14 de octubre de 2014

Redes de pesca

El otro día vi en la playa estas redes de pesca.Estaban extendidas sobre la arena  para que se secaran o seguramente las habría abandonado algún pecador viendo que estaban un poco enredadas..


El sueño de todo marinero es llenar sus redes de peces para poder venderlos y dar de comer a su familia..¡Qué dura es la vida del pescador..!Su vida es el mar y para marinero universal Rafael Alberti.Os dejo  un poema suyo..Que lo disfruteis..

Yo, marinero, en la ribera mía, 
posada sobre un cano y dulce río 
que da su brazo a un mar de Andalucía, 

sueño en ser almirante de navío, 
para partir el lomo de los mares, 
al sol ardiente y a la luna fría. 

¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares 
islas del norte! ¡Blanca primavera, 
desnuda y yerta sobre los glaciares, 

cuerpo de roca y alma de vidriera! 
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado, 
bajo el plumero azul de la palmera! 

Mi sueño, por el mar condecorado, 
va sobre su bajel, firme, seguro, 
de una verde sirena enamorado, 

concha del agua allá en su seno oscuro. 
¡Arrójame a las ondas, marinero- 
-Sirenita del mar, yo te conjuro! 

¡Sal de tu gruta, que adorarte quiero, 
sal de tu gruta, virgen sembradora, 
a sembrarme en el pecho tu lucero! 

Ya está flotando el cuerpo de la aurora 
en la bandeja azul del océano 
y la cara del cielo se colora 

de carmín. Deja el vidrio de tu mano 
disuelto en la alba urna de mi frente, 
alga de nácar y cantadora en vano 

bajo el vergel azul de la corriente. 
¡Gélidos desposorios submarinos 
con el ángel barquero del relente 

y la luna del agua por padrinos! 
El mar, la tierra, el aire, mi sirena, 
surcaré atado a los cabellos finos 

y verdes de tu álgida melena. 
Mis gallardetes blancos enarbola, 
¡Oh marinero!, ante la aurora llena 

¡Y ruede por el mar tu caracola! 



lunes, 29 de julio de 2013

La conchita viajera

Esta es la historia de una conchita que desde pequeña soñaba con llegar hasta el inmenso océano. Cada mañana se ponía en la orilla para ser arrastrada por el mar con la única esperanza de que una ola la empujara bien adentro y pudiera ser llevada por las corrientes marinas.
Muchos le advirtieron de su temeridad, pero ella seguía obcecada con su idea y aunque el mar la vapuleaba una y otra vez, allí estaba ella dispuesta a surcar los mares del Sur si hiciera falta..


Una tarde de verano, algo desapacible,  una fuerte tormenta sorprendió a conchita en la orilla .Llovía y llovía, pero ella seguía allí impasible..De repente, una ola inmensa se la tragó y nadie volvió a verla...Muchos la buscaron, pero nunca la encontraron..

¿Qué habrá sido de ella..?Buscadla por vuestra playa, a lo mejor hasta la veis...
FELIZ VERANO A TOD@S

miércoles, 17 de julio de 2013

El racimo de uvas

Un labrador fue un día a trabajar en su viña y en una de las cepas encontró un hermoso racimo de uvas ya maduro. Era grande y muy apetitoso y lo cortó pensando llevárselo a su mujer para que se lo comiera.
Muy contenta se puso su mujer cuando vio el racimo de uvas tan hermoso y lo guardó cuidadosamente, después de agradecer a su marido el detalle que había tenido.
Al día siguiente vio la madre que su hija pequeña estaba jugando y pensó que la niña disfrutaría mucho si comiese aquellas uvas y, cogiendo el racimo, se lo dio.

La niña se acordó de su hermano, que estaba ayudando a su padre en las tareas de la granja y pensó que su hermano tendría mucha sed y podría descansar un poco mientras se comía el racimo y fue a buscar a su hermano y se lo dio.
Recogió el muchacho el racimo con una sonrisa y ya iba a comer la primera uva cuando pensó que en aquellos momentos su padre estaría trabajando fatigosamente y supuso que encontraría un gran placer al refrescarse con el jugo de aquellas uvas. Tomó el racimo y se fue al lugar donde trabajaba su padre, al que obsequió con el racimo de uvas.
El padre adivinó lo que había pasado y se llenó de alegría al ver el cariño que había en su familia.
Aquel mismo día, a la hora de comer y cuando toda la familia estaba alrededor de la mesa, sacó el racimo y lo comieron entre todos.

jueves, 11 de julio de 2013

Luna, lunera...

Dedicado a alguien que está muy lejos y que le encantaba asomarse a su balcón para ver la luna..

Luna, lunera,
cascabelera,
debajo de la cama
tienes la cena.

Luna, lunera,
cascabelera,
cinco pollitos
y una ternera.
Luna, lunera,
cascabelera,
toma un ochavo
para canela

lunes, 8 de julio de 2013

El sabio que viajaba en barco

Había una vez un anciano muy sabio, tan sabio era que todos decían que en su cara se podía ver la sabiduría. Un buen día ese hombre sabio decidió hacer un viaje en barco, y en ese mismo viaje iba un joven estudiante. El joven estudiante era arrogante y entró en el barco dándose aires de importancia, mientras que el anciano sabio se limitó a sentarse en la proa de barco a contemplar el paisaje y cómo los marineros trabajaban.

Al poco el estudiante tuvo noticia de que en el barco se encontraba un hombre sabio y fue a sentarse junto a él. El anciano sabio permanecía en silencio, así que el joven estudiante decidió sacar conversación:
- ¿Ha viajado mucho usted? -
A lo que el anciano respondió: - Sí -
- ¿Y ha estado usted en Damasco? -
Y al instante el anciano le habló de las estrellas que se ven desde la ciudad, de los atardeceres, de las gentes y sus costumbres. Le describió los olores y ruidos del zoco y le habló de las hermosas mezquitas de la ciudad.
- Todo eso está muy bien. - dijo el estudiante - Pero... habrá estado usted estudiando en la escuela de astronomía. -
El anciano se quedó pensativo y como si aquello no tuviese importancia le dijo: - No. -
El estudiante se llevó las manos a la cabeza sin poder creer lo que estaba oyendo: - ¡Pero entonces ha perdido media vida! -
Al poco rato el estudiante le volvió a preguntar: - ¿Ha estado usted en Alejandría? -
Y acto seguido el anciano le empezó a hablar de la belleza de la ciudad, de su puerto y su faro. Del ambiente abarrotado de sus calles. De su tradición, y de otras tantas cosas.
- Sí, veo que ha estado usted en Alejandría. - repuso el estudiante - Pero, ¿estudió usted en la Biblioteca de Alejandría?. -
Una vez más el anciano se encogió de hombros y dijo: - No. -
De nuevo el estudiante se llevó las manos a la cabeza y dijo: - Pero cómo es posible, ¡Ha perdido usted media vida!. -
Al rato el anciano vio en la otra punta del barco que entraba agua entre las tablas el barco. Entonces el anciano preguntó:
- Tú has estudiado e muchos sitios, ¿verdad?. -
Y el estudiante enhebró una retahíla de escuelas, bibliotecas y lugares de sabiduría que parecía no tener fin. Cuando por fin terminó el viejo le preguntó:
-¿Y en alguno de esos lugares has aprendido natación?. -
El estudiante repasó las decenas de asignaturas que había cursado en los diferentes lugares, pero en ninguna de ellas estaba incluida la natación. - No. - respondió.
El anciano, arremangándose y saltando encima de la borda dijo antes de tirarse al agua: - Pues has perdido la vida entera.

miércoles, 26 de junio de 2013

El cuento del cangrejo

Un joven cangrejo pensó: “¿Por qué todos los miembros de mi familia caminan hacia atrás? Quiero aprender a caminar hacia delante, como las ranas, y que se me caiga la cola si no lo consigo”.
Empezó a entrenarse a escondidas, entre las piedras de su arroyuelo nativo, y los primeros días le costaba muchísimo trabajo lograrlo. Chocaba contra todo, se magullaba la coraza y una pata se le enredaba con la otra. pero las cosas fueron mejorando lentamente, porque todo puede aprenderse cuando se desea de veras.

Cuando estuvo bien seguro de sí mismo, se presentó ante su familia y les dijo:
- Fijaos.
Y dió una magnífica carrerilla hacia delante.
- Hijo mío -dijo llorando la madre, ¿has perdido el juicio? Vuelve en ti y camina como te han enseñado tu padre y tu madre; camina como tus hermanos, que tanto te quieren.
Sus hermanos no obstante, se tronchaban de risa.
El padre se lo quedó mirando un rato severamente, y luego dijo:
- ¡Ya basta! Si quieres quedarte con nosotros, camina como todos los cangrejos. Si quieres hacer lo que te parezca, el arroyo es bastante grande. Vete y no regreses más.
El buen cangrejo quería a su familia, pero estaba convencido de que tenía la razón. Abrazó a su madre, saludó a su padre y a sus hermanos y se marchó.
Su paso despertó inmediatamente la sorpresa de un grupo de ranas que, como de buenas comadres, se habían reunido en torno a una hoja de nenúfar para charlar.
- El mundo va al revés -dijo una rana-. Mirad a aquel cangrejo y decidme si me equivoco.
- Ya no hay educación -dijo la otra rana.
- Vaya, vaya -dijo una tercera.
Pero, todo hay que decirlo, el cangrejo continuó adelante por el camino que había escogido. En cierto momento oyó que le llamaba un viejo cangrejote de expresión melancólica, que estaba solitarios junto a un guijarro.
- Buenos días -dijo el joven cangrejo.
El viejo le observó atentamente y luego le preguntó:
- ¿Qué te crees que estás haciendo? También yo, cuando era joven, pensaba enseñar a caminar hacia adelante a los cangrejos. Y mira lo que he conseguido: vivo solo y la gente se cortaría la lengua antes de dirigirme la palabra. Mientras estés a tiempo de hacerlo, hazme caso: resígnate a caminar como los demás y un día me agradecerás el consejo.
El joven cangrejo no sabía que responder y no dijo nada. Pero pensaba: “Yo tengo la razón”.
Y después de saludar atentamente al viejo, volvió a emprender de nuevo su camino orgullosamente.
¿Llegará muy lejos? ¿Tendrá suerte? ¿Logrará enderezar todas las cosas torcidas del mundo? Nosotros no lo sabemos, porque está todavía caminando con el coraje y la decisión del primer día. Sólo podemos desearle, de todo corazón: ¡Buen viaje!

miércoles, 19 de junio de 2013

La Fábula del conejo y la tortuga

Mirad qué conejito más gracioso vi el otro día...

Aprovecho para recordaros esta fábula donde no siempre gana el más rápido...
Un día, un conejo se encontró una tortuga y le dijo:
- Bien tortuga, te propongo algo, haremos una carrera y si me ganas me iré de esta zona y nunca mas volveré, sólo para ver a mi família.
- Trato hecho - contestó la tortuga.
Empezaron los preparativos para la carrera y todo eran nervios. El gran día llegó, y el conejo, convencido de ganar, se paró a descansar durante la carrera y empezó a hablar con otro animalito del bosque.
Mientras tanto, la tortuga no paraba de correr.
Finalmente, fue la tortuga la que ganó la carrera y le dió una buena lección al conejo: "No te confíes nunca".

lunes, 15 de abril de 2013

Azahar


¡Qué bien huele el azahar por las calles de Sevilla!Aquí os dejo un poema de Miguel Hernández dedicado a esta bella flor..



Frontera de lo puro, flor y fría.
Tu blancor de seis filos, complemento,
en el principal mundo, de tu aliento,
en un mundo resume un mediodía.
Astrólogo el ramaje en demasía,
de verde resultó jamás exento.
Ártica flor al sur: es necesario
tu desliz al buen curso del canario.

lunes, 1 de abril de 2013

Toma una sonrisa


Toma una sonrisa,
regálala a quien nunca la ha tenido.

Toma un rayo de sol,
hazlo volar allá en donde reina la noche.

Descubre una fuente,
haz bañar a quien vive en el barro.


Toma una lágrima,
ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

Toma la valentía,
ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Descubre la vida,
nárrala a quien no sabe entenderla.

Toma la esperanza,
y vive en su luz.

Toma la bondad,
y dónala a quien no sabe donar.

Descubre el "amor",
y hazlo conocer al mundo.


Mahatma Gandhi

miércoles, 6 de marzo de 2013

El Árbol eterno


Erase una vez hace muchos años, muchísimos años, un arbolillo que crecía en el bosque.A medida que se iba haciendo alto y fuerte empezó a tomar conciencia de la inmensidad del cielo que se abría sobre su copa.Observó también el vaivén de las nubes en su viaje incesante por el cielo.Por último se fijó en los pájaros que revoloteaban en lo alto.El cielo, las nubes, los pájaros..Daba la sensación de que todos vivían eternamente.Conforme se hacía mayor, el árbol se iba convenciendo de que eran en efecto seres eternos y llegó un momento en el que sintió el deseo de vivir para siempre.
Un buen  día , un guardabosque paseaba por al floresta.El hombre de gesto amable, notó enseguida que el joven árbol no era del todo feliz.
Dime arbolillo¿Qué te ocurre?-le preguntó

El árbol que al principio se sentía un tanto reacio a compartir su secreto, terminó por sincerarse con el guardabosques.
Me gustaría vivir para siempre-Le dijo
Pues quizás sea ese tu destino-le contestó el guardabosques-¿Quién te ha dicho a ti que no vaya a serlo?
Pasaron los días y los meses y una vez mas, el hombre de mirada amable se acercó al árbol, que lejos ya de ser un pequeño arbolillo , se había convertido en un árbol alto y robusto
¿Todavía quieres vivir para siempre?-le preguntó
Así es-le contestó el árbol de inmediato
Pues creo que puedo ayudarte--pero antes debes darme tu consentimiento para que te tale
El árbol atónito replicó..
Te digo que quiero vivir para siempre y a ti sólo se te ocurre talarme. Estás bromeando¿verdad?
Ya sé que dicho así, a bote pronto, parece una locura, pero si confías en mi, te prometo que tu deseo se hará realidad
Despúes de darle muchas muchísimas vueltas al asunto, el árbol dio su consentimiento.El guardabosques volvió con una enorme y afilada hacha y lo talo.Su esencia se derramó y se perdió en el bosque.La tierna madera fue cortada entonces en tablillas, que a continuación fueron prensadas, modeladas y limadas y por ultimo recubiertas de una asfixiante capa de barniz.El árbol lloraba para sus adentros, tal era su angustia y su dolor.Ya no había escapatoria, pensaba, así que se encomendó a las manos del artesano perdiendo toda esperanza de convertirse en un ser eterno.
El artesano hizo de él un hermosos violín, que permaneció intacto en su funda durante años.A menudo, el árbol recordaba con nostalgia sus años de juventud en el bosque y sentía entonces una inmensa tristeza.Menuda idiota que había sido, dejándose engañar por el hacha de un guardabosques¿Como había podido ser tan ingenuo como para pensar que de esa forma viviría para siempre?

Pero un día el violín fue sacado de su estuche y acariciado con amor por unas manos desconocidas.El árbol contuvo la respiración y le temblaron hasta las vetas cuando un suave arco le acaricio el pecho.Pronto sus temblores se convirtieron en un sonido puro y melodioso que le recordó el sonido del viento entre los pájaros en el cielo azul.
Un sonido puro.Unas notas puras y limpias.Era sin duda, la música de la eternidad.
Mi esencia se ha convertido en música-suspiro el árbol-El guardabosques tenía razón.
A partir de ese momento, su música empezó a resonar en los corazones de quienes lo escuchaban.Cuando sus notas melodiosas hubieron alcanzado todos los corazones del mundo, el árbol atravesó las puertas de la eternidad y se convirtió, el también, en un árbol eterno.

lunes, 25 de febrero de 2013

La casita y el molino de viento


Hoy os traigo un cuento de Andersen que habla sobre molinos de viento, porque donde menos te lo esperes puedes encontrarte con uno..Han llegado a forman parte de nuestro paisaje y estamos acostumbrados a convivir con su presencia..
En la cima del cerro había un molino de viento, de altivo aspecto; y la verdad es que se sentía muy orgulloso.
-No es que sea orgulloso -decía-, lo que sí soy muy ilustrado, por fuera y por dentro. Tengo el sol y la luna para mi uso externo y también interno, y además dispongo de velas de estearina, lámparas de aceite y bujías de sebo. Bien puedo decir que soy un molino de luces; un ser inteligente y tan perfecto, que da gusto. Tengo en el pecho una rueda, y cuatro alas dispuestas sobre la cabeza, inmediatamente debajo del sombrero. Las aves, en cambio, poseen sólo dos, y las llevan en la espalda. De nacimiento soy holandés, bien se nota por mi figura; un holandés volante que, como no ignoro, figura entre los seres sobrenaturales, y, con todo, soy perfectamente natural. Tengo una galería alrededor del estómago y una vivienda en la parte inferior; en ella habitan mis pensamientos. Al más fuerte de ellos, el que manda y domina, lo llaman los demás «el molinero». Ése sabe lo que se trae entre manos, y está muy por encima de la harina y la sémola; sin embargo, tiene a su compañera, la «molinera». Ella es el corazón; no corre sin ton ni son de un lado para otro, pues también ella sabe lo que quiere y lo que puede; es suave como una leve brisa, y fuerte como un vendaval; es prudente y logra imponer su voluntad. Es mi sentido de la suavidad, el padre es el de la dureza. Aunque son dos, forman una sola persona, y entre ellos se llaman «mi mitad». Tienen hijos: pequeños pensamientos que crecerán. ¡Cuántas diabluras cometen los rapaces! No hace mucho me sentía deprimido e hice que el padre y sus oficiales examinasen mi mecanismo y la rueda que tengo en el pecho; quería saber lo que me ocurría, pues algo en mí no marchaba como debiera, y conviene vigilarse; los pequeñuelos metieron un ruido infernal, cosa muy enfadosa cuando se vive en la cumbre de una colina. Hay que contar con que todos te ven, y no se debe despreciar la opinión pública. Pero, como iba diciendo, los chiquillos cometieron una de travesuras... El más chiquitín se me subió sobre el sombrero, y armó tal alboroto que me daba cosquillas. Los pensamientos chicos pueden crecer, lo sé por experiencia. Y de fuera vienen también pensamientos, y no precisamente de mi linaje, pues no veo a ningún pariente en todo lo que alcanza mi vista; estoy sólo. Pero las casas sin alas, donde no se oye el girar de la rueda, tienen también pensamientos que vienen a reunirse con los míos y se enamoran unos de otros, como suele decirse. Es bien asombroso. ¡La de cosas extrañas que hay en el mundo! No sé si me ha venido de dentro o de fuera, pero el hecho es que ha habido un cambio en mi mecanismo. Es algo así como si el padre hubiese cambiado su mitad, como si hubiera venido un sentido más dulce aún, una compañera más amorosa, joven y buena y, sin embargo, la misma, pero más dulce y más piadosa a medida que pasa el tiempo. Lo amargo se ha evaporado; el conjunto resulta muy agradable. Van y vienen los días, cada vez más claros y alegres, hasta que -sí, dicho y escrito está- llegará uno en que todo habrá terminado para mí, aunque no del todo. Me derribarán para reconstruirme, nuevo y mejor. Desapareceré, pero seguiré viviendo. Seré distinto y, no obstante, seré el mismo. Esto me resulta muy difícil de comprender, pese a toda mi ilustración y a que me iluminan el sol, la luna, la estearina, el aceite y el sebo. Mis viejas paredes y habitaciones volverán a alzarse de entre los escombros. Espero que conservaré mis antiguos pensamientos: el molinero, la madre, los mayores y los chicos, la familia, como los llamo en conjunto, uno y, sin embargo, tantos, todo el conjunto de pensamientos, que ya me es imprescindible. Y tengo que seguir también siendo yo mismo, con la rueda en el pecho, las alas sobre la cabeza, la galería en torno al estómago; de otro modo no me reconocería, y tampoco me reconocerían los demás, y no podrían decir: «Ahí tenemos el molino en la colina, tan apuesto pero nada orgulloso».


Todo esto dijo el molino, y muchas cosas más; pero lo más importante es lo que hemos apuntado.

Y vinieron los días y se fueron, hasta que llegó el último. Estalló un incendio en el molino; se elevaron las llamas, proyectándose hacia fuera y hacia dentro, lamiendo las vigas y planchas y devorándolas. Se desplomó el edificio, y no quedó de él más que un montón de cenizas. De él se levantaba una columna de humo, que el viento dispersó.

Lo que de vivo había en el molino, vivo quedó, y, en vez de sufrir daños, más bien salió ganando.

lunes, 18 de febrero de 2013

La cabra como protagonista


De las cabras se dicen muchas cosas, la mayoría de matiz negativo..¿Qué nos habrán hecho las pobres cabras para que hablemos así de ellas..?
Ahí van algunos dichos populares sobre las cabras...
  • Ni gato en palomar, ni cabra en olivar.
  • La cabra siempre tira al monte.
  • Cabra coja no quiere siesta y si la tiene caro le cuesta.
  • Cabra de manada, no se halla encerrada.
  • Cabra en un sembrado, peor que un nublado.
  • Cabra loca, desgraciado al que le toca.


  • Cabra por viña, peor es que tiña.
  • Está más loco que una cabra.
  • Gallina, mujer y cabra, mala cosa siendo magra.
  • Más vale una cabra que da leche que una vaca estéril.
  • Año bisiesto, ni cabra, ni viña, ni huerto.
  • Cabra afuera, peso duro a la montera
  • La cabra de la canción, ni era puta ni se llamaba Asunción.

Quien dice todo esto de las cabras es que no ha probado nunca su queso ....

lunes, 4 de febrero de 2013

La telaraña y la mosca


Mirad que telaraña tan perfecta encontré el otro día.La araña que la tejió tiene mucho mérito, porque no es una telaraña cualquiera, sino una señora telaraña, grande y hermosa, con multitud de  huequitos para que muchos insectos se queden allí pegados..

Os dejo una fábula de una mosca que se creía muy lista, pero que al final cayó en la trampa de la araña..
Una vez una araña tejió una hermosa red en una vieja casa. La mantenía siempre limpia y reluciente para que las moscas le favoreciesen. Tan pronto recibía a una "clienta" limpiaba la red para que otra mosca no sospechara nada.
Un día llegó una mosca que se creía muy inteligente y zumbando se acercó a la telaraña La vieja araña la invitó:
- Entre y siéntese cómoda.
Pero la taimada mosca le respondió:
- No, gracias. No veo a otra mosca en tu casa y !sola no entro yo!.
Pero luego vio en el suelo a un gran número de moscas danzando sobre un pedazo de papel castaño. !Estaba encantada!. No tenía miedo si muchas moscas lo hacían. De manera que se aprestó al aterrizaje.
Instantes antes de pararse, una abeja zumbó por ahí y le dijo:
- !No aterrices ahí, tonta!. !Es papel atrapamoscas!.-
Pero la mosca que se creía muy inteligente le respondió:
- !Absurdo!. Esas moscas están bailando. Hay una gran multitud allí. Todas lo están haciendo. !Tantas moscas no pueden haberse equivocado!.
Bueno. El final ya os lo podéis suponer. Que murió allí mismo.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Al agua patos

Un tranquilo paseo por el parque me dio la oportunidad de verlos jugar y nadar  en el estanque..¡Quién fuera uno de ellos..!

Adivina, adivinanza...
Anda, nada, vuela,

no gasta zapato,

va dejando estela.

¿Quién es el que hace,

ya le pregunten o no,

con la cabeza que sí
y con la cola que no?



Soy un animal patoso,

que tengo muchas patas,

pero sólo un pico y dos alas

lunes, 5 de noviembre de 2012

Y apareció el Arco Iris


El otro día vi un Arco Iris surcando el cielo..Salía de una nube y llegaba hasta el suelo..Hacía  tiempo que no veía uno igual..

Aquí vereis los colores con más claridad

Y para despedirme de vosotros os dejo con un relato corto sobre los Arco Iris..Hasta otro dia amig@s
Cuentan que hace mucho tiempo los colores empezaron a pelearse. Cada uno proclamaba que él era el más importante, el más útil, el favorito.
El verde dijo: “Sin duda, yo soy el más importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los árboles, las hojas. Sin mí todos los animales morirían. Mirad alrededor y veréis que estoy en la mayoría de las cosas”.
El azul interrumpió: “Tú sólo piensas en la tierra, pero considera el cielo y el mar. El agua es la base de la Vida y son las nubes las que la absorben del mar azul. El cielo da espacio, y paz y serenidad. Sin mi paz no seríais más que aficionados.
El amarillo soltó una risita: “¡Vosotros sois tan serios! Yo traigo al mundo risas, alegría y calor. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miráis a un girasol, el mundo entero comienza a sonreír. Sin mí no habría alegría”.
A continuación tornó la palabra el naranja: “Yo soy el color de la salud y de la fuerza. Puedo ser poco frecuente pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana. Yo transporto las vitaminas más importantes. Pensad en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos y papayas. No estoy, todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo en el amanecer o en el crepúsculo mi belleza es tan impresionante que nadie piensa en vosotros”.
El rojo no podía contenerse por más tiempo y saltó: “yo soy el color del valor y del peligro. Estoy dispuesto a luchar por una causa. Traigo fuego a la sangre. Sin mí la tierra estaría vacía como la luna. Soy el color de la pasión y del amor; de la rosa roja, la flor de pascua y la amapola”.
El púrpura enrojeció con toda su fuerza. Era muy alto y habló con gran pompa: “Soy el color de la realiza y del poder. Reyes, jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre, porque el signo de la autoridad y de la sabiduría. La gente no me cuestiona; me escucha y me obedece”.
El añil habló mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación: “Pensad en mí. Soy el color del silencio. Raramente repararéis en mí, pero sin mí todos seríais superficiales. Represento el pensamiento y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas. Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, la oración y la paz interior.
Así fue cómo los colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que él era el mejor. Su querella se hizo más y más ruidosa. De repente, apareció un resplandor de luz blanca y brillante. Había relámpagos que retumbaban con estrépito. La lluvia empezó a caer a cántaros, implacablemente. Los colores comenzaron a acurrucarse con miedo, acercándose unos a otros buscando protección.
La lluvia habló: “Estáis locos, colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno dominar al resto. Cada uno tiene un objetivo especial, único, diferente. Sólo si entendeis vuestro lugar en el mundo, llegareis a ser felices.

lunes, 22 de octubre de 2012

Palomas


Una algarabía de palomas en el parque y para celebrarlo un poemita de Rafael Alberti


Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba.
Creyó que el mar el cielo;
que la noche, la manaña.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocio;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón, su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama)

martes, 31 de enero de 2012

Raices o Ramas

Os traigo una imagen que me impactó en su día..La tomé en Zamora y aunque parecen las raíces de un gran árbol, en realidad es el reflejo de las ramas de este árbol sobre la superficie del agua
Los ojos engañan y nada mejor que este ejemplo para darnos cuenta de que las ilusiones ópticas existen y nos pueden llevar a equívoco..


Y para despedirme de vosotros, os dejo un poema de la poetisa chilena Gabriela Mistral, que habla precisamente de "raíces"..
Estoy metida en la noche

de estas raíces amargas
como las pobres medusas
que en el silencio se abrazan
ciegas, iguales y en pie,
como las piedras y las hermanas.

Oyen los vientos, oyen los pinos

y no suben a saber nada.
Cuando las sube la azada
le vuelven al sol la espalda.

Ellas sueñan y hacen los sueños

y a la copa mandan las fábulas.
Pinos felices tienen su noche,
pero las siervas no descansan.
Por eso yo paso mi mano
y mi piedad por sus espaldas.

Apretadas y revueltas

las raíces-alimañas
me miran con unos ojos fijos
de peces que no se les cansan
y yo me duermo entre ellas
y de dormida me abrazan.

Abajo son los silencios,

en las ramas son las fábulas.
Del sol serían heridas
que sí bajaron a esta patria.
No sé quién las haya herido
que al tocarlas doy con llagas.


Quiero aprender lo que oyen

para estar tan arrobadas,
lo que saben y las hace
así de dulces y amargas.
Paso entre ellas y mis mejillas
se llenan de tierra mojada.