miércoles, 6 de marzo de 2013

El Árbol eterno


Erase una vez hace muchos años, muchísimos años, un arbolillo que crecía en el bosque.A medida que se iba haciendo alto y fuerte empezó a tomar conciencia de la inmensidad del cielo que se abría sobre su copa.Observó también el vaivén de las nubes en su viaje incesante por el cielo.Por último se fijó en los pájaros que revoloteaban en lo alto.El cielo, las nubes, los pájaros..Daba la sensación de que todos vivían eternamente.Conforme se hacía mayor, el árbol se iba convenciendo de que eran en efecto seres eternos y llegó un momento en el que sintió el deseo de vivir para siempre.
Un buen  día , un guardabosque paseaba por al floresta.El hombre de gesto amable, notó enseguida que el joven árbol no era del todo feliz.
Dime arbolillo¿Qué te ocurre?-le preguntó

El árbol que al principio se sentía un tanto reacio a compartir su secreto, terminó por sincerarse con el guardabosques.
Me gustaría vivir para siempre-Le dijo
Pues quizás sea ese tu destino-le contestó el guardabosques-¿Quién te ha dicho a ti que no vaya a serlo?
Pasaron los días y los meses y una vez mas, el hombre de mirada amable se acercó al árbol, que lejos ya de ser un pequeño arbolillo , se había convertido en un árbol alto y robusto
¿Todavía quieres vivir para siempre?-le preguntó
Así es-le contestó el árbol de inmediato
Pues creo que puedo ayudarte--pero antes debes darme tu consentimiento para que te tale
El árbol atónito replicó..
Te digo que quiero vivir para siempre y a ti sólo se te ocurre talarme. Estás bromeando¿verdad?
Ya sé que dicho así, a bote pronto, parece una locura, pero si confías en mi, te prometo que tu deseo se hará realidad
Despúes de darle muchas muchísimas vueltas al asunto, el árbol dio su consentimiento.El guardabosques volvió con una enorme y afilada hacha y lo talo.Su esencia se derramó y se perdió en el bosque.La tierna madera fue cortada entonces en tablillas, que a continuación fueron prensadas, modeladas y limadas y por ultimo recubiertas de una asfixiante capa de barniz.El árbol lloraba para sus adentros, tal era su angustia y su dolor.Ya no había escapatoria, pensaba, así que se encomendó a las manos del artesano perdiendo toda esperanza de convertirse en un ser eterno.
El artesano hizo de él un hermosos violín, que permaneció intacto en su funda durante años.A menudo, el árbol recordaba con nostalgia sus años de juventud en el bosque y sentía entonces una inmensa tristeza.Menuda idiota que había sido, dejándose engañar por el hacha de un guardabosques¿Como había podido ser tan ingenuo como para pensar que de esa forma viviría para siempre?

Pero un día el violín fue sacado de su estuche y acariciado con amor por unas manos desconocidas.El árbol contuvo la respiración y le temblaron hasta las vetas cuando un suave arco le acaricio el pecho.Pronto sus temblores se convirtieron en un sonido puro y melodioso que le recordó el sonido del viento entre los pájaros en el cielo azul.
Un sonido puro.Unas notas puras y limpias.Era sin duda, la música de la eternidad.
Mi esencia se ha convertido en música-suspiro el árbol-El guardabosques tenía razón.
A partir de ese momento, su música empezó a resonar en los corazones de quienes lo escuchaban.Cuando sus notas melodiosas hubieron alcanzado todos los corazones del mundo, el árbol atravesó las puertas de la eternidad y se convirtió, el también, en un árbol eterno.

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