Bulgaria es la gran desconocida de Europa del Este.Son pocos los que conocen los secretos de esta maravillosa región llena de iglesias, monasterios y naturaleza por descubrir.
Y el Monumento al Zar Alejandro II, que proporcionó un apoyo fundamental a Bulgaria en su lucha por la Independencia.
La buena relación que existe entre Bulgaria y Rusia se ve también en otros puntos de la ciudad como el Monumento al Ejército soviético.
Y la Iglesia Rusa con sus preciosas cúpula doradas.
Otros edificios religiosos de Sofía son la Iglesia Hagia Sofia.
La Iglesia de Sveta Nedelja.Por fuera pasa desapercibida, pero el interior es muy recomendable por sus magníficos iconos.
Y la Sveta Petka, una pequeña iglesia de piedra, situada en los bajos del Metro.
El símbolo de la ciudad es este monumento de Santa Sofía.Esta estatua de 8 metros de altura de bronce y cobre , obra del escultor Georgi Chapkenov está situada en el mismo lugar , en el que se encontraba el monumento a Lenin, que hoy se puede ver en el Museo Comunista de Sofía.
La influencia otomana se puede apreciar en la Sinagoga.
La Mezquita Banya Bashi, una de las más antiguas de Europa, famosa por su cúpula y su minarete.
La Casa de los Baños, construida en 1908 para albergar unos antiguos baños turcos.
Y el Mercado Central en cuyo interior podeis encontrar productos tradicionales de Bulgaria.
Del centro de Sofía os destacaría su Teatro Nacional Ivan Vazoz, el teatro más grande de la ciudad, ubicado en un entorno artístico y arquitectónico fascinante.
El Palacio de Justicia.
La Universidad
La Galería Nacional de Arte en cuyos jardines vereis este curioso monumento dedicado al coche "trabant", el utilitario que tanto hizo por la motorización de los países comunistas.
Junto a otras muchas estatuas.
Y si después de tanta visita cultural necesitais un descanso, nada mejor que sentaros en algunas de las terrazas del Boulevar Vitosha, la principal calle peatonal de Sofía , llena de tiendas, bares, boutiques y cafeterías.
Siempre está muy concurrida, no sólo por turistas, sino también por lugareños, sobre todo al atardecer.La mejor calle de la capital, algo así como la Rambla búlgara.