La tercera parada de nuestro viaje nos llevó a Chauen, el precioso pueblo azul de Marruecos.Para llegar hasta allí tendreis que atravesar las montañas del Rif.La carretera tiene muchas curvas y está medio en obras.A la derecha vereis el pantano de la Palmera.
Nuestra visita de Chauen empezó en el Parador, el centro de la Medina.Desde allí podeis perderos en sus calles en cuesta ,con multitud de rincones para fotografiar.
Si os gusta la fotografía, aquí no parareis de hacer fotos, porque en cada rincón hay mil y un detalles para fotografiar: una puerta, un arco, una escalera y todo con esos tonos azules infinitos que la hacen tan bonita.
Se le han dado varias explicaciones al color tan azul de la ciudad:-Para combatir las plagas de mosquitos y otros insectos-Porque quedaba demasiado llamativo a la vista, pintar todas las casas en color blanco-Por la tradición judia-Este color hace referencia al azul del cielo donde está su Dios..Sea como fuere, su color azul es una atracción turística que a todos enamora..
En muchas casas hay puesta una "mano de Fátima" como símbolo de protección
Una cosa que me impresionó fue la cantidad de gatos que vimos por la calle.Había mininos por todas partes.
En muchas casas hay puesta una "mano de Fátima" como símbolo de protección
Una cosa que me impresionó fue la cantidad de gatos que vimos por la calle.Había mininos por todas partes.
No dejeis de visitar la Plaza de Chaoen, la Alcazaba y su mezquita
En la Parte Alta de Chauen hay un parque natural muy bonito con una cascada.Es el Manantial de Ras El Maa que brota en forma de cascada por la ladera.
Todavía se conservan antiguos molinos harineros por la zona
Chaoen es la ciudad ideal para comprar artesanía: cuadros, alfombras, objetos de cerámica, sandalias de piel.Aquí se puede regatear, pero no te hacen tanta rebaja como en Tetuán o Tánger..
Me llevé un buen recuerdo de Chauen.He visto otros pueblos azules, como el Pueblo de los Pitufos en Júzcar, pero Chaoen tiene mucho más encanto.