La Torre del Homenaje de Mengíbar, en la provincia de Jaén, es una joya arquitectónica medieval y el único vestigio que queda del antiguo castillo de Mengíbar, construido en el siglo XIII tras la conquista cristiana de la zona por Fernando III. Ubicada en el casco antiguo de la localidad, esta torre cuadrada de planta rectangular alcanza aproximadamente 25 metros de altura y destaca por su sólida construcción en sillarejo, reforzada en las esquinas.
Históricamente, Mengíbar tuvo orígenes romanos o islámicos antes de ser incorporado a la Corona de Castilla y cedido a la Orden de Santiago. La fortaleza original poseía torreones circulares en dos esquinas y una torre cuadrada en el centro del patio, que es precisamente la Torre del Homenaje que se conserva. Esta torre se accede mediante una entrada elevada unos 2 metros del suelo, y en su interior se perciben bóvedas de ladrillo, saeteras y restos de estructuras defensivas como matacanes ya desaparecidos.
Desde su cima se domina un paisaje estratégico que sirvió como bastión clave en los límites del Reino durante la Reconquista. La Torre del Homenaje fue restaurada en 1982 y declarada Monumento Histórico en 1985, siendo un símbolo de la identidad y patrimonio histórico-militar de Mengíbar. Además, esta torre ha inspirado leyendas locales, como la de un cuento popular que vincula la fortaleza con la supervivencia de los habitantes en tiempos de hambruna.
Visitarla es sumergirse en la historia medieval andaluza y contemplar un testigo invaluable de las luchas y el desarrollo de la región en tiempos de la Reconquista y el posterior asentamiento cristiano.
