Esta semana se celebra la Velá de Triana y aparte de actuaciones, concursos de bailes y pregones se organiza la tradicional cucaña; una alternativa a las tardes calurosas de Sevilla y la excusa perfecta para darse un chapuzón en el Guadalquivir.
Una veintena de jóvenes subirán por un palo resbaladizo, untando con sebo, hasta alcanzar la bandera, su preciado premio.
Una estampa que se repite todos los veranos por estas fechas, pero que no deja de congregar gente alrededor del río para ver a estos valientes entre chapuzones, logros e intentos fallidos.
El origen de la Cucaña parece estar en el Reino de Napoles durante el siglo XVI, pero en Sevilla también se apunta al nacimiento de la Infanta Cristina, hija de los Duques de Montpensier, en 1852.En su honor se celebraron grandes fiestas en el Río.Fue entonces cuando apareció la Cucaña tal y como la conocemos hoy.
Y es que nunca nos cansaremos de la cucaña, la Velá de Triana.. Una de las fiestas más populares de Sevilla, en un marco inigualable como es el Río Guadalquivir