LLega la primavera y con ella aparecen las primeras flores en el campo.Las pequeñas margaritas asoman en los parques y jardines ajenas a la pandemia, pero lo peor es que comparten su espacio con miles de mascarillas deshechadas en el suelo..
Las mascarillas se han convertido en un residuo habitual en las calles y en un foco de contagio que ahora llenan no sólo la ciudad, sino también las playas, los parques, y la naturaleza..
Un problema de contaminación y de incivismo que parece no tener fin..Sólo hay que recordar que están fabricadas con materiales no degradables y son muy contaminantes , aparte de propagar aún más la enfermedad.
El uso obligatorio de la mascarilla también implica un poco de esfuerzo por nuestra parte como es depositarlas en un lugar adecuado en vez de tirarlas al suelo..Por un mundo más limpio, más saludable y más seguro..No tires las mascarillas al suelo 😮