A escasos kilómetros de Cádiz se encuentra uno de las cascos antiguos mejor conservados de toda la provincia:El de Vejer de la Frontera.Su entramado de calles empinadas y casas floridas obtuvo la Declaración de Conjunto Histórico Artístico en 1976.
Deambular por las calles de Vejer, perderse entre sus calles y callejones es sin duda uno de los mejores atractivos del visitante
En cada fachada, en cada rincón encontrareis mil y un detalles que os atraerán: sus puertas, sus llamadores, sus balcones floridos sus pequeñas ventanas o este botijo debajo de una mesa.
Lo que más os sorprenderá de este pueblecito es su recinto amurallado , la espectacularidad de sus torres y arcos que hacen del paseo por Vejer una de las más sugestivas recomendaciones al visitante.
No os perdáis el Castillo de Vejer.Construido por los árabes en el siglo XI, fue propiedad de los Duques de Medina Sidonia hasta finales del siglo XIX, en que por herencia pasó al Marqués de Martorell, que lo vendió a D.Pedro Múñoz de Arenillas, que al convertirlo en vivienda particular, lo transformó por completo.
El castillo consta de 2 partes:la parte de vivienda de 530 metros cuadrados de superficie y el patio de armas con 544 metros cuadrados desde cuyas almenas se observan vistas sorprendentes.
Lo que más me gustó de Vejer fueron sus molinos harineros.Estos molinos sirvieron en el pasado para moler trigo.Restaurados y acondicionados para su visita permiten al turista conocer la historia de esta localidad y sus alrededores.
Dos molinos de lo mejor conservados son el de San Francisco y el de San José, ambos del siglo XIX.Entramos en el de San Francisco , con dos plantas: una baja que le servia de almacén y cocina y la planta superior con todos los elementos para la molienda: las piedras, la tolva.
Y si quereis descansar después de este paseíto nada mejor que sentarse en la Plaza de España con esta bonita fuente con ranas que me recuerda a una fuente del Parque de María Luisa.Yo creo que las ranas son las mismas...
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