La artista Esther Ferrer reflexiona en esta exposición sobre como nos relacionamos con el tiempo y la ciencia.
Entre las obras se incluyen piezas sonoras, fotografias, performances, dibujos, piezas escultóricas , un collage e incluso un piano internevenido por la propia artista, con los que explora nociones como el tiempo o el infinito..
Se puede ver en el Cicus hasta el 22 de julio