La joya de Polonia es Cracovia, la única ciudad que no fue destruida por los alemanes durante el III Reich, ya que los cracovianos les abrieron las puertas de la ciudad y los alemanes la consideraron , desde el principio,como una ciudad alemana.Este hecho permitió a Cracovia conservar sus edificios, su legado gótico y renacentista y sobre todo, seguir siendo la niña bonita de Polonia.
Su Plaza del Mercado es ,sin duda, el principal punto de encuentro de la ciudad.Todo el mundo que va a Cracovia pasa primero por aquí a disfrutar de sus cafeterías, de la antigua"lonja de los paños", de la Iglesia de Adalberto y de Santa María..
La barbacana y la Puerta de Florián completan este conjunto histórico..
Al lado del casco histórico se levanta la colina de Wawel, un lugar que no te puedes perder, porque allí se encuentra la catedral de Cracovia con sus cúpulas y preciosas torres.
Y en segundo lugar porque podeis visitar sus castillo, lleno de tapices y cuadros de los reyes polacos..
Muy cerca de allí vereis una estatua del Papa Polaco, Juan Pablo II
Y de un dragón que echa fuego por la boca de vez en cuando, que gusta tanto a niños como a mayores.Un símbolo de la ciudad que se ha hecho omnipresente en las calles de Cracovia..
Finalmente no os podeis de ir de Cracovia sin visitar su barrio judio, muy ligado a la historia de la ciudad.
Durante la ocupación nazi, el barrio fue saqueado, las sinagogas utilizadas como almacenes de armas y sus habitantes fueron asesinados, como se lee en esta placa..
