La ciudad romana de Segóbriga

Segóbriga es una de las ciudades romanas mejor conservadas del occidente del Imperio Romano y el más importante conjunto arqueológico de la Meseta.

Inicialmente sería un castro celtibérico.Tras la conquista romana a inicios del siglo II a.C., Segóbriga se convirtió en un oppidum o ciudad celtibérica.

En tiempo de Augusto, poco antes del cambio de Era, dejó de ser una ciudad estipendiaria, que pagaba tributo a Roma y se convirtió en un municipium o población de ciudadanos romanos. Fue entonces cuando se produjo su auge económico como cruce de comunicaciones y centro minero de yeso traslúcido.

En el siglo IV ya se abandonan sus principales monumentos, como el anfiteatro y el teatro, prueba de su decadencia económica y de su progresiva conversión en un centro rural..

Lo primero que sorprenderá al visitante de Segóbriga es su tamaño.Una ciudad inmensa, muy monumental,situada sobre un cerro, a la que no le faltaba ningún detalle..

Entre sus principales edificios estaba el Teatro.Su construcción debió iniciarse poco después del cambio de Era, en época julio-claudia y se inauguró en tiempos de Tito y Vespasiano hacia el 78 d. C.

El graderío, bien conservado, se dividía en tres partes, separadas por corredores para diferenciar por clases a sus habitantes.

Conserva la orchestra con tres escalones para las autoridades y el tablado tras el que se alzaba una escena monumental decorada con columnas y esculturas de mármol.

Entre el Teatro y la calle paralela a la Muralla se levantaron unas termas a finales del siglo I a.C.Conserva la sala para cambiarse de ropa con sus taquillas, una habitación circular y una sauna con una pila para refrescarse.

También había otras termas monumentales en la parte oeste de la ciudad, destinadas al baño, la higiene, el esparcimiento y los negocios.

El Foro es el gran descubrimiento arqueológico de la ciudad.Ocupaba un gran espacio rectangular al este de la calle principal.

El Criptopórtico del Foro se construyó para sostener uno de los pórticos que rodearon la plaza pública de la ciudad.

En su interior se encuentran los basamentos cuadrados que servían para sostener el piso superior.

Justo enfrente estaba el Aula basilical, un lugar para reuniones y negocios.

Y la basílica propiamente dicha, es decir el recinto en el que se realizaban las grandes operaciones comerciales y donde los magistrados administraban la justicia.

Otro edificio destacado es el anfiteatro con capacidad para unas 5500 personas.

Un pasillo cubierto unía las puertas y enlazaba las habitaciones para las fieras destinadas a los espectáculos.

Está documentada la existencia de un circo donde se desarrollaban las carreras de carros tirados por caballos y que se construyó sobre la necrópolis de la ciudad.

Posteriores excavaciones nos han permitido descubrir estos recintos funerarios..

Para hacer más útil la visita, pasaros por el Centro de Interpretación donde vereis estatuas, mosaicos y objetos encontrados en Segóbriga..