La Tarragona Romana

En el año 218 a. C. Roma funda Tarraco, la primera ciudad romana fuera de Italia.Los romanos llegaron para quedarse y todavía están aquí..Desde esta ciudad se difundió la cultura clásica y los "modus de vida" romanos a la mayor parte de Hispania.
En Tarragona la ciudad y la historia se unen para hablar de esta gran civilización  que nació en el Mediterráneo.
Descubramos los restos romanos que aún perviven en la ciudad.
En primer lugar , el Anfiteatro.Fue construido en el siglo II d.C.Se trata de un edificio lúdico destinado a la lucha de los gladiadores y animales salvajes, la reconstrucción de batallas y ejecuciones públicas con una capacidad aproximada de 12000 personas.

Se puede bajar a la grada y la arena.

Sorprende su ubicación fuera de las murallas de la ciudad , en un lugar muy cercano al mar.

El Circo donde tenían lugar las carreras de caballo que podían presenciar hasta 3000 personas.

El Circo conserva parte de sus bóvedas que sostenían las gradas, así como una parte importante del graderío que nos da una idea de las extraordinarias dimensiones de edificio.

Muy cerca de allí teneis el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona
Dentro de la ciudad podeis visitar el Foro de la Colonia , corazón de la vida política y auténtico centro comercial y administrativo de Tarraco.

 

Saliendo de Tarragona, en la carretera N-340 a Barcelona(6 km) teneis la Torre de los Escipiones, un monumento funerario en forma de torre, construido en la primera mitad del siglo I d. C. en las proximidades de la Via Augusta.

Esta formada por tres cuerpos superpuestos que se cree que estraía rematado por una cubierta en forma piramidal, hoy desaparecida.
En el interior del cuerpo superior se hallaba la cámara funeraria para depositar las urnas con las cenizas de los difuntos.
En la fachada del cuerpo intermedio se representan dos figuras que han estado identificadas erróneamente con los hermanos Escipiones, origen del nombre con el que se conoce popularmente el monumento.En realidad, estas dos figuras son la representación de Atis, divinidad oriental originaria de Frigia y protectora de los difuntos y de su resurrección.

Muy interesante es la visita a la Pedrera de Médol, una cantera romana de piedra calcárea  con un monolito de 20 metros de altura.Esta situada a unos 8 kms de la N-340 a Barcelona y existe un sendero para hacer un recorrido circular por la misma.

El trabajo de la cantera consistía en la extracción de bloques rectangulares de distintos tamaños. Una vez descartada la capa superior, más erosionada, con el pico se cavaban zanjas para delimitar los bloques.Después con la ayuda de cuñas encajadas en los orificios se arrancaban los bloques de las rocas.

La extracción continua y en profundidad mediante este proceso dio lugar a la formación del Clot de Médol.
El elemento más característico del Clot es la Aguja de El Médol.Tiene casi 20 metros de altura y en su base se han documentado bloques a medio extraer.

El Médol es una de las pocas canteras romanas que se se conserva en el mundo y su actividad extractora se ha prolongado hasta mediados del siglo XX.En este siglo, la introducción de la pólvora y otras nuevas técnicas propició un cambio en la técnica de extracción que habían evolucionado muy poco desde época romana.
Finalmente a unos 20 kms, en la carretera N-340 y situado en una rotonda vereis el Arco de Berá, un arco honorífico situado en el trazado de la Via Augusta.Fue eregido entre los años 15 y 5 a.C. por disposición testamentaria de Lucio Licinio Sura y dedicado al emperador Augusto.

Su construcción se explica en el contexto de la reforma administrativa realizada por Augusto en el año 27 a. C., en la cual Tarraco fue designada capital de la Hispania Citerior y en el marco de la renovación de la red viaria, impulsada también por Augusto.Hoy es todo un símbolo en el camino y un ejemplo de una romanidad que ha llegado hasta nosotros.