Me despido de Malta con el piano que ví en su aeropuerto Internacional.Allí estaba en la sala de espera, un piano de cola negro esperando a que alguien lo tocara.Con un cartel que decía que lo tratarán bien, pues él era simplemente un instrumento musical y que su música no molestara al resto de los viajeros.
Parece una moda, pero son muchos los aeropuertos europeos y estaciones de tren o metro que incluyen en su sala de espera un piano con una invitación a tocarlo..
Algunos niños se acercaron a aporrearlo, hasta que aparecieron varias personas que lo sabían tocar y nos deleitaron con una bonita pieza musical.