La villa de Tossa de Mar es perfecta para pasar unos días en la Costa Brava.Su playa grande y sobre todo su castillo conforman una estampa difícil de olvidar.
Su castillo es uno de los mejores conservados y lo más llamativo es que en el interior de sus murallas conserva la antigua ciudad, conocida como "la vila vella".
Merece la pena subir y asomarse desde sus torreones a la playa. Las vistas son impresionantes
Conserva los cañones de antaño
Si seguis subiendo llegareis al Faro de Tossa y justo la lado un barecito donde tomar algo..
Las callejuelas empedradas de Tossa nos recuerdan un poco a su pasado medieval..
En nuestro camino de regreso encontramos esta pequeña ermita en el cruce de dos calles comerciales.
Está muy bien cuidada y vale la pena detenerse un rato y respirar ese remanso de paz que desprende
Como estaba abierta, aprovechamos para entrar y ver a la Virgen..
Caminar por este tranquilo y pintoresco pueblo medieval del Mediterráneo es simplemente encantador..
En cada rincón encontrareis un trozo de historia.Altamente recomendable..