Concha Ortega decidió ,desde muy temprano, que su vida debía dedicarse al arte.La pintura es para ella su forma preferida de expresar su interés por la representación del espacio.
En sus bodegones delimita con nitidez los sencillos cuerpos de las jarras, los cuencos y las frutas en los que encuentra los volúmenes elementales a los que el color ortega un orden armónico muy especial.
El mar es otro de sus temas favoritos como medio para expresar el espacio.En sus marinas se recogen sus vivencias en Ayamonte ante un amplio oceáno donde vivió su juventud y donde vuelve cada año a recuperar los matices de las olas y el mar..
Finalmente, hay una serie dedicada al jardín y en concreto a las buganvillas a las que pinta con flores muy coloridas
y a las que acompaña con pequeños poemas ; el mejor testimonio de las preocupaciones poéticas de la artista..
Las Buganvillas alegres
bailan con el son del viento
y llenan todo el espacio
de carmín y verdinegro
Bailan dulces zarabandas
con un sonido ligero
El sonido de sus hojas
que se agita con el viento
Es quizás la nota alegre
en los grises del silencio
Muy bonitos los cuadros
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